
Quizás has oído sobre la famosa lista de los no negociables, aquella que debemos tener súper clara, sobre todo al momento de empezar una aventura hacia un noviazgo. Esta lista resumiría aquello que resulta para ti fundamental tener en una relación, en la que no existe opción a que entren cambios cuando las cosas están puestas sobre la mesa. Pero ¿tenemos clara la ruta de cómo establecer/saber nuestros no negociables? Hoy te traigo cuatro preguntas que podrían ayudarte. Pero hablaremos de los no negociales profundos, aquellos que tienen que ver con nuestro propósito de vida, entendiendo que más allá de la atracción física existen puntos trascendentales para una relación que quiera ser sólida y seguir el camino que Dios quiere para el amor humano.
Te invito a que conforme vayas leyendo cada una de ellas, puedas tomarte unos minutos para irlas respondiendo en tu corazón y posteriormente, las pongas sobre lápiz y papel.
Pregunta #1: ¿Qué espero vivir en una relación?
¿Una relación donde Dios sea el centro?, ¿Que ambos vivan la castidad? ¿Que puedan compartir no sólo momentos juntos, sino con sus familias? ¿Que ambos se esfuercen por trabajar en un futuro sólido? ¿Que se lleve bien con tus amigos, con tu comunidad? Empieza a describir de manera general, cómo te ves viviendo esa relación, o si ya la tienes, ¿lo que visualizas lo llevan a cabo en el día a día?
Pregunta #2: ¿Qué es lo que más valoro de un hombre/mujer?
¿Qué cualidades admirarías que tenga tu compañero(a) de vida? Paciente, responsable, detallista, cariñoso(a), perseverante, trabajador/trabajadora, leal, honesto(a), que te apoye en tus sueños personales, etc. Enumerarlas te ayudará también a cuestionarte si aquellas cualidades que quisieras en tu compañero(a) de vida, las tienes o las estás trabajando tú también. Recuerda que quien llegará o ya está en tu vida, merece recibir de la misma manera lo mejor.
Pregunta #3: ¿Qué sería lo más difícil de sobrellevar en una relación?
¿Quizá la distancia? ¿Que no quiera vivir la castidad? ¿Que sea de otra denominación religiosa? ¿Que no conozca a Dios? También podrían entrar a tallar los defectos como la mentira, la desconfianza, la soberbia, la vanidad, etc. Que por nuestra condición humana son perfectibles, claro que sí. Aquí el establecer los límites también es clave, así como conocerte y saber qué estarías dispuesto(a) a acompañar en el proceso de mejora de estos defectos por amor.
Pregunta #4: ¿Qué creencias/principios/ valores rigen mi vida?
¿Tu Fe es negociable? ¿Qué creencias y valores que has recibido en la educación de tu hogar, por formación, no estarías dispuesto a apartar de tu vida? ¿Anhelas formar una familia? ¿Bajo qué principios quisieras educar a tus hijos? ¿Qué es aquello por lo que luchas día a día, aquello que le da sentido a tu vida, tu propósito de vida?
Después de haber hecho este recorrido, te quiero recordar que NO mereces menos del valor que Cristo ya te otorgó en la Cruz. Cristo nos ha dado el estándar de lo que un amor humano está llamado a vivir, porque él también amó humanamente, como tú y yo. La centralidad para creer esto y hacerlo vida en nuestro corazón está en recordar que estás hecho a imagen y semejanza de Cristo (una verdad teológica repetida muchas veces de paporreta pero que tiene un mensaje rico espiritualmente). ¿Cuál es, Sheyla?, me preguntarás. Pues que tu corazón está a la altura del corazón de Cristo, y esto nos hace poner estándares talla cielo; que el mundo no tiene porqué hacernos creer que esperamos demasiado. Pues el amor verdadero exige, se da hasta el extremo, no se reserva ni siquiera la propia vida, como nos lo enseñó con el ejemplo, Jesús.
No olvidemos trabajar lo que vimos en el punto 2. La pregunta es ¿tengo o estoy trabajando esas cualidades que espero de mi futuro compañero de vida?, ¿Mi corazón está preparado para darle lo mejor también? Si quiero un hombre/ una mujer de FE, ¿estoy siendo yo un verdadero hijo de Dios? ¿Cómo estoy fortaleciendo mi relación con Jesús?
Por último, si estás soltero te invito a que puedas responder a estas preguntas conscientemente y las pongas por escrito, si estás saliendo con alguien, sería bueno que las conversen inclusive juntos, así pueden ambos descubrir si van en la misma dirección; y si ya estás con alguien, puedes revisar tu lista con estas preguntas y hacer una evaluación de cómo van, si has dejado pasar algunas cosas, o si les falta trabajar otras, todo siempre para bien de la relación.
¡Espero que te haya servido!
Un abrazo,
Sheyla.