
En muchas ocasiones permanecemos en amistades, relaciones de pareja y en trabajos más tiempo del necesario, relaciones que nos hacen dudar de nuestro valor y de nuestra capacidad de empezar de cero. Permanecemos más tiempo del necesario por miedo, en memoria de los “buenos tiempos”, por dependencia emocional y/o económica. Decir adiós y soltar es un acto de amor propio que nos lleva a reflexionar acerca de quiénes somos, qué queremos, hacia dónde vamos y con quien queremos ir.
Ponerle fin a una relación de amistad de muchos años, a una relación amorosa en cual te habías proyectado para siempre es muy doloroso, pues no solo significa el término de la relación, sino renunciar a sueños, proyectos y metas en conjunto. Decidir ponerle fin a una relación que te ha acompañado por mucho tiempo implica un proceso de duelo, de pérdida de una identidad compartida: Ya no se es pareja de… o amigo de…
En nuestro corazón está grabado el deseo de lo eterno, de lo que permanece siempre, nadie inicia una relación o proyecto deseando su fin, pero entender que esta puede terminar, puede ayudarte a soltar.
¿Por qué es tan difícil soltar?
Nos educaron para ganar, para esforzarnos para lograr nuestros sueños, desde pequeños nuestros padres nos premian cada que obtenemos una buena calificación o cuando logramos algo, pero poco se nos ha enseñado a perder, a entender que no todo es como lo planeamos, que a veces también necesario renunciar, dejar de intentar. Por eso soltar, se vuelve tan doloroso, porque sentimos que hemos fracasado, porque no sabemos lidiar con el dolor de la pérdida, porque no nos gusta o no sabemos cómo transitar emociones como la frustración, la tristeza, el miedo, la incertidumbre, porque con tal de no sentirlas nos aferramos aquello que no nos conviene y en nombre de la esperanza, seguimos intentando. Lo cierto es que, si queremos recibir algo nuevo, debemos estar preparados y hacer espacio para lo que viene.
Soltar a pesar de ser un proceso natural, no se da de forma espontánea, este proceso trae consigo momentos de reflexión profunda, de cuestionarse, incluso de buscar ayuda profesional, implica desmantelar creencias irracionales sobre la amistad, las relaciones y la vida en general, es un proceso de aceptar, reconstruir, de perder para ganar.
Señales de que es momento de soltar y dejar ir
- No hay reciprocidad
Toda relación humana requiere correspondencia mutua, dar y recibir con límites, si bien hemos sido educados con la creencia que debemos “Dar sin esperar recibir nada a cambio” lo cual puede ser loable y aplicable a muchos momentos de la vida, estar en una relación donde das amor y recibes indiferencia, no es sano y puede lastimar tu autoestima profundamente. Sin embargo, que el esperar recibir algo, no condicione tu capacidad de dar, pues “Hay mayor felicidad en dar que en recibir” Hechos 20,35
Si estás en una relación, donde solo tu das, donde te has descubierto mendigando tiempo y amor, es momento de detenerse y reflexionar: ¿Qué espero y aspiro de esta relación?, ¿Me siento amada/valorada?, ¿Me siento amada y correspondida?, ¿Esta es la relación (amorosa, amistad, laboral) que deseo en mi vida?
- Faltas de respeto
Las relaciones interpersonales sólo se construyen en cimientos de respeto, no es posible mantener una relación de amistad, de pareja o laboral donde se transgreden los límites de respeto, donde existen gritos, ofensas, actitudes pasivo-agresivas. Las faltas de respeto no siempre son fáciles de identificar si no hemos establecido límites desde el principio.
Si estás en una relación donde existen críticas destructivas, burlas, insultos o incluso bromas que has dejado en claro no son de tu agrado, es momento de dar un paso al costado y evaluar si puedes estar en una relación donde te lastiman e irrespetan.
- No hay confianza
La confianza parte del principio de que el otro cuidara de ti, es la firme creencia en la buena voluntad, respeto y sinceridad de otra persona y aplicable a toda relación humana. Cuando confiamos sentimos tranquilidad, paz y la incertidumbre se reduce.
Para aprender a confiar en los demás, debes creer en tu valor, tu capacidad y tu potencial. La autoconfianza es la base para confiar y desarrollar relaciones interpersonales sanas. La confianza puede verse afectada por mentiras, por omitir u ocultar información, por no ser sincero. Si estás en una relación donde no existe confianza, donde has descubierto mentiras o donde te hacen daño deliberadamente, es mejor analizar que te hace continuar ahí para tomar la decisión de irte.
Ahora ¿Qué hago si he decidido soltar y decir adiós?
Si has decidido terminar una relación, toma en cuentas las siguientes recomendaciones para hacer más llevadero este proceso:
- Acepta las cosas como son
Uno de los pasos más importantes para gestionar la pérdida es aceptar las cosas como sucedieron en realidad, es normal que tu mente solo recuerde los buenos momentos, o manipule los recuerdos resaltando más los aspectos positivos, es un mecanismo de defensa para evitar el dolor de la pérdida.
Anota en una hoja los motivos por los cuales decidiste finalizar esa relación, se lo más objetivo posible y léela cada que tu mente te haga dudar de tu decisión, con el tiempo, necesitarás menos leerla, porque a pesar del dolor, estarás convencido que tomaste la mejor decisión.
- Evita los pensamientos en bucle
El ser humano parece estar diseñado para estar elaborando pensamientos todo el tiempo, cuando la mente experimenta un duelo, los pensamientos en bucle se hacen presente, son estos pensamientos que se dan cuando decimos “no paro de darle vueltas a “ o “no me saco esto de la cabeza”. Seguimos pensando porque no funcionó la relación, aparecen los “si hubiese” y los “ y si”.
Entrenar tu atención tomará su tiempo, pero es necesario aprendas a identificar lo que sientes (emoción y sensación) y el pensamiento que lo acompaña, llevar un autorregistro o journaling sobre tus emociones y pensamientos puede darte una sensación de alivio y es un camino para gestionar el duelo.
- No te apresures, está bien sentirte triste
No te apresures a estar bien, es necesario estar triste, la emoción de la tristeza es necesaria para gestionar y elaborar la pérdida, reprimir tus emociones o camuflar tu dolor, solo hará que el duelo se extienda o se elabore de una forma incorrecta.
Piensa que te ayuda a vivir la tristeza de una forma saludable, conversar con un amigo sobre cómo te sientes, escuchar música, ir a la iglesia, ir al Santísimo, ir a un parque y observar la naturaleza, lo importante es que permitas a la tristeza estar, al principio los primeros días ella necesita estar muy presente, con el pasar de los días/semanas ve mediando el tiempo que le permites estar presente, que esté presente, no significa que se adueñe de todo tu día o tu vida.
Seamos sinceros si de nosotros dependiera no diríamos nunca adiós, porque soltar duele. Pero la vida nos exige a vivir ligeros, porque mientras más rápido entendamos que la vida es efímera más agradecidos y desprendidos seremos. Cuando aprendemos a soltar, somos capaces de amar mejor, sin egoísmos, sin expectativas excesivas, sin huir de la tristeza porque apreciamos su valor, cuando aprendemos a soltar, aprendemos a vivir de verdad.
Con amor
Psic. Andrea Melissa de @okansiedad