¿Cómo armar mi plan de vida?

¿Qué es un plan de vida?, ¿Qué debo considerar al armar mi plan de vida?, ¿es posible construir un plan de vida?, ¿Qué pasa si no me he planteado esta pregunta? 

Pensar sobre un plan de vida puede llegar a ser abrumador, ya que requiere de nosotros el hecho de visualizarnos en unos años y preguntarnos si lo que estoy haciendo hoy me esta llevando a ese lugar en donde quiero estar. 

¿Qué es un plan de vida? 

Se puede ver como plan de vida o proyecto de vida, consiste en el rumbo y el sentido que le das a tu vida. Un plan de vida cuenta con varios factores que impactan nuestra vida, es aquí donde se puede caer en uno de los mayores errores en torno al plan de vida, pensar que el plan de vida solamente es la carrera profesional, el trabajo, la pareja o la familia, el punto crucial de un plan de vida, es el momento en que se toman en cuenta todos los factores y las dimensiones que interpelan a la persona. Un plan de vida debe buscar ser integral, considerar cada uno de nuestros ámbitos para ver la manera en la que los queremos desarrollar y potencializar.

El plan de vida debe ser una guía personal para el crecimiento personal y trascendente, que sirva como punto de referencia.  

¿Qué se debe tener en cuenta para armarlo? 

Cuando me toca darle orientación profesional y de proyecto de vida a los jóvenes, siempre me gusta partir de tres preguntas, conocidas como las preguntas existenciales, ya que resolviendo estás preguntas el joven se puede dar una idea de las preguntas en las que tienen que trabajar. 

San Juan Pablo II decía “se es ser humano cuando se tiene saber teórico y práctico para responder estás tres preguntas: ¿por qué estoy aquí?, ¿por qué existo?, ¿qué debo hacer?”. 

Lo que se debe tomar en cuenta para armar un plan de vida, es partir de la teoría de contestar las tres preguntas que nos plantea San Juan Pablo II, para así poder llevarlo a la práctica, que son las acciones concretas que se van a realizar para ir armando el plan de vida. 

¿Por qué estoy aquí? 

Responder esta pregunta desde tú realidad, tu historia personal, qué te ha hecho llegar hasta donde estás, con la carrera profesional que estudiaste o si te encuentras por elegir una carrera profesional, con la pareja en la que estás, la manera en la que estás viviendo tu soltería, responder desde el “por qué” pero también desde el “¿para qué estoy aquí?” para qué estoy en tal trabajo, para qué voy a estudiar tal carrera, para qué estudie tal carrera, para qué estoy compartiendo mi vida con tal pareja. Es darle un sentido a lo que he venido haciendo en mi vida y lo que busco hacer con ella. 

¿Por qué existo? 

¿Te has puesto a pensar cuál es el sentido de tu existencia?, ¿por qué naciste en esta época y no hace 100 años? Hay una razón y sentido que va más allá de ti, pero es importante responderlo, porque cuando le damos sentido a nuestra existencia, buscamos generar un plan de vida que contribuya a ese sentido. 

¿Qué debo hacer? 

Con cada uno de los dones y talentos que tienes, ¿qué estás llamando a hacer?, ¿qué estás dispuesto a hacer? Esta pregunta es la que busca salir de nosotros, que lo que podamos hacer no se quede de manera individual, que podamos dar y contribuir para que el lugar en el que estamos mañana sea un lugar mejor. 

Pasos a seguir para tener un plan de vida 

Partiendo de las tres preguntas existenciales, vamos a hablar de pasos concretos para armar un plan de vida, teniendo en cuenta algo súper importante, un plan de vida no es estático, no te cases con un plan de vida que armaste, porque siempre va a haber algo que se puede mejorar o cambiar. 

  1. Un plan de vida no puede partir, más que de un autoconocimiento real y profundo y ojo, siempre estamos en constante conocimiento de nosotros mismos, por lo que es algo que se debe trabajar continuamente. 
  2. Hacer un análisis de lo que esperas realizar con tu vida, es decir, las expectativas de tu vida. ¿cómo quiero ser recordado?, ¿busco dejar huella a mi alrededor?, ¿qué sentido quiero que tenga mi vida?, ¿qué quiero realizar? 
  3. Realizar tu pirámide de valores, ya que estos van a ser la guía para poder armar tu plan de vida, tener claros tus valores te van a llevar a tener claras las acciones que vas a realizar. 
  4. Ahora es poner metas a corto plazo (2 – 6 meses), mediano plazo (1 – 5 años) y a largo plazo (5 – 10 años) que contribuyan a cumplir las expectativas de tu vida. 
  5. Llevarlo a la práctica por medio de cadenas de acción, acciones concretas que sumen para cumplir las metas a corto, mediano y largo plazo. Es partir de la pregunta, ¿Qué debo hacer hoy para…? 

Busca que cada decisión y cada acción que tomes en tu día a día sume a tu plan de vida y busca que tu plan de vida contribuya al sentido de tu vida, que es ser felices y ser un medio para que otras personas puedan encontrar el sentido de su plan de vida, porque recuerda las personas que te ayudaron a ti a encontrar ese sentido. 

Les dejo por última un extracto hermoso de una de mis cartas apostólicas  favoritas de San Juan Pablo II “Dilecti Amici” que escribió para los jóvenes. 

“Se podría hablar aquí de la vocación de vida, que se identifica en cierto modo con el proyecto de vida, que cada uno de vosotros elabora en el período de la juventud. Sin embargo, la vocación dice todavía algo más que el proyecto. En el segundo caso, es uno mismo el sujeto que elabora, y esto se corresponde más con la realidad de la persona, con lo que es cada una y cada uno de vosotros. Este proyecto es la vocación, en cuanto en ella se hacen sentir los diversos factores que llaman. Estos factores componen normalmente un determinado orden de los valores (llamado también jerarquía de valores), de los que brota un ideal a realizar, que es atractivo para un corazón joven. En este proceso la vocación se convierte en proyecto, y el proyecto comienza a ser también vocación”.

-Valeria Vázquez

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