¿Cómo ayudar a mi esposo a ser buen padre?

Se dice que el hombre es la cabeza de hogar y la mujer el corazón, ese perfecto equilibrio y complementariedad nos hace a las mujeres, grandes “ayudadoras” para la labor que nuestros esposos pueden realizar como padres.

Es importante entender que los roles de padres y madres deben apoyarse. Puede pasar que los padres sientan que su papel debe ser más orientado a la disciplina y experimenten el miedo a no ser queridos por sus hijos, en ese sentido, este artículo busca que nosotras como esposas, entendamos el rol de nuestros esposos como padres y los apoyemos para que puedan desarrollar su papel de la manera más armoniosa posible.

Te dejo 5 recomendaciones que pueden darte pistas para ser una gran conciliadora en la labor de tu esposo:

  1. Ayúdalo a equilibrar su vida: Muchas veces tu esposo tendrá largas jornadas de trabajo y por otro lado tu también sentirás que el tuyo se hace demasiado pesado con los niños y sin él en la casa, pero que no sea este un motivo para que cuando él llegue lo quieras acaparar, contarle todos tus problemas o dejarle a los niños listos para dormir. Déjale un par de tareas concretas que impliquen la disciplina, el juego y/o la conexión. Ya sea realizar una tarea del colegio, un momento para jugar o la rutina del baño y el sueño.

Esto aplica a cualquier estilo de vida, ya sea que ambos trabajen fuera o hagan un trabajo híbrido. Lo importante es que ayudemos a nuestros a que se involucren aunque no crean que lo están haciendo perfecto (puede que prefieran estar más absortos en el trabajo, ya que puede ser su zona de confort).

  1. Que se note que confías: No caigas en la idea de que tu esposo debe hacer todo exactamente igual que tu, cada uno con su propio estilo (dentro de lo que es bueno, claro está). Pero ojo, muchos hombres se desaniman en las actividades relativas al cuidado de los niños, porque viven criticados por no cumplir con el mismo método de sus esposas. Puedes reafirmar lo que logra hacer y corregir solo si es muy necesario (con cariño).

Del mismo modo, invítalo a sugerir y enseñarte su propio estilo con el que harían lo mismo que tu.

En esta misma línea, recuerda que para reforzar su confianza, en la crianza, es clave no desacreditar sus métodos porque un familiar o amigo tiene otra idea, más bien experimenten juntos y confíen mutuamente.

  1. Ser la primera que lo respeta y admira: Los niños aprenden por imitación, si ven que tú hablas bien de su padre, lo respetas en todos los sentidos y muestras tu profunda admiración hacia él, le será más natural y fácil conectar con los hijos. Cuidado con quejarte sobre él frente a tus hijos (o peor, con ellos).

Los esposos deben cuidar la honra mutua y frente a los hijos es fundamental, que los vean unidos, de acuerdo en las mismas cosas. Si desacreditas a tu esposo frente a los niños, ellos verán que esa figura de autoridad y respeto, pierde valor. Tu rol, para fijar esos valores, son claves.

  1. Cada quien en su afán: Los hijos deben admirar a su padre por las virtudes propias que tiene como figura masculina, no le pidas ser “más como tú” solo porque los niños puedan tener más inclinación al cuidado materno, ya que pasan por etapas y hay que ser pacientes.

El rol paterno es de gran importancia para madurar en carácter, por lo que deben ser uno como esposos, pero respetar su individualidad paternal y maternal.

  1. Comunica todo lo que pueda ser útil para la relación del padre con el hijo, en su ausencia. Por ejemplo, si tu hijo comenzó a rechazar un tipo de chupete o juguete, no olvides comentarlo con tu esposo, esto además pone el interés del niño como algo primordial. Ya cuando son grandes, lo mismo. Si te tocó hablar con la profesora de tu hijo, comunica todo a tu esposo, ayúdalo también a recordar los hitos importantes para que los niños lo vean involucrados y él no baje la guardia.

Por naturaleza, a los padres les puede tomar más tiempo conectar con sus hijos, por eso tú tienes una labor exigente y maravillosa para ayudarlo a ser mejor padre, además así podrás poner a tu esposo en prioridad y no después de tus hijos. Recuerda que son un equipo, si tú lo ayudas a ser mejor padre, él te ayudará a ser mejor madre.

Ahora, veamos estos tips en algunos casos más concretos que te pueden ayudar a aterrizar las ideas.

Primero, así como la maternidad es un proceso desafiante y lleno de incertidumbres, la paternidad es otro universo completo lleno de dudas que pueden generar miedo y muchas veces cuestionamientos que paralizan. En ese sentido, es natural que en la mayoría de los casos, las mujeres lleven la delantera en enfrentar esos desafíos porque experimentan un apego y un proceso único e intransferible al padre.

Hay que ayudar a los padres a liberar esas emociones y expresarlas con naturalidad, a muchos les puede costar bastante generar esa conexión emocional con los hijos y la labor de las madres es apoyarlos a ir en su ritmo, no juzgarlos o hacerlos sentir mal por esa falta de conexión. 

Si eres madre primeriza, te doy un “spoiler”, luego tu hijo estará más apegado a su padre que a ti. Y es una visión preciosa, hay que tener paciencia para contemplarla a su debido tiempo. Es normal, que al haber estado tan unida a tu hijo por los meses de gestación y los posteriores meses a su nacimiento, te cuesta soltar un poco esa unión, pero si quieres ayudar a tu esposo a tener ese encuentro íntimo, es clave poder dar aire, espacio en ese vínculo, para que él también entre.

Por último, una idea que puede motivarte a ayudar a tu esposo es: “Él será mejor padre, en la medida que se le permita ejercer su paternidad”. No busques que sea perfecto, ni haga las cosas como tú, déjalo ser el padre que él también soñaba ser.

Por Karinna Muñoz

@elamorenteoria

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