
No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo – El principito
Una pregunta que me he hecho constantemente, a través del cambio, en mis diferentes etapas de vida ha sido: ¿cómo puedo ser testimonio en mi amistad partiendo del amor que he recibido? Pero, ¿entendemos qué es la amistad? La amistad se refiere a un vínculo estrecho que se forma entre dos personas, es uno de los valores más importantes en donde se desarrollan nuestros primeros afectos, de manera pura y desinteresada. Un espacio en el cual compartimos con otra persona nuestros sueños, nuestros miedos, nuestros sentimientos… ¡Qué importante ser amigo! Ese sentido de pertenencia que se va formando gracias a la relación con el otro aporta en nuestra autoestima y en nuestra motivación diaria y es determinante este tipo de vínculo; muchas veces nos enfocamos en las relaciones de pareja o en nuestra convivencia familiar, pero sin la amistad… Nuestra vida no sería la misma ¡necesitamos compañía y complicidad para ser felices! No fuimos hechos para estar solos.
Hay tanta información actualmente sobre lo que “debería” de ser el amor, la amistad, las relaciones… y al mismo tiempo tan pocas herramientas que nos acerquen a ellas; el problema no es la falta de información al respecto, sino la confusión que existe sobre ella. Es importante partir de que no se trata solo de hablar de amor, sino poner el amor en obras, el amor está más en las obras que en las palabras.
El verdadero amor es concreto, se centra en los hechos y no en las palabras; en el dar y no en la búsqueda de beneficios. La receta espiritual para vivir el amor hasta el extremo está en el verbo “permanecer”, un “doble permanecer: nosotros en Dios y Dios en nosotros”. (Francisco, 2014).
El amor no llega a ser concreto, si se convierte en un amor de ilusiones y un amor no concreto, no nos hace bien. Todos somos testigos del amor, buscar compartir nuestro testimonio es ser parte de ser testigo y es una invitación a tocar el corazón de alguien, cambiar su vida y su manera de relacionarse.
Amar y dejarse amar requiere de preparación, así como buscamos prepararnos para un examen, para un medio maratón, para un proyecto muy importante, para una entrevista de trabajo… ¡Claro! también es importante preparar el corazón para amar, ¡el amor se construye! y para eso debemos educar el corazón: educar es introducir en la realidad con amor y conocimiento.
¡El amor es la misión de nuestras vidas! y mientras más amamos nos sentimos más plenos, más felices. Nadie nace amando a la perfección. Cada uno a lo largo de su vida, va descubriendo su capacidad de amar de manera distinta.
Hay muchas situaciones que nos hacen cuestionarnos si estamos amando de la manera correcta, pero también muchos actos concretos que afianzan el camino del amor:
Claves para ser testimonio de un amor sólido en un mundo de amor líquido con tus amigos
- Cuidar la relación con pequeños detalles
Cuando uno ama pone atención a los detalles, lo pequeño es lo que debemos aprender a santificar. Escucha y observa lo que dicen tus amigos. La amistad se debe cultivar día con día, al amor no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. Crear lazos fuertes es una tarea que lleva tiempo y que requiere un constante interés de relación con el otro.
- Descubrirme capaz de amar
Mi deseo de amar no nace de sentirme carente de amor, sino de darme cuenta que soy capaz de dar amor. El amor es dar, no tomar ni usar. Hay que reflexionar de qué manera atesoramos nuestras experiencias de amor, cómo está impactando en nuestros afectos y cómo el amor exige mucho más allá que solo sentir.
- Ser un amor que ordena la vida y no la desordena
Un padre decía que los parámetros de orden y belleza son elementos esenciales al amor. Cuando nos enamoramos todos buscamos la felicidad, buscamos, cuando amamos, saciar el deseo del corazón de sentirse pleno, realizado y feliz.
- Ensancha el corazón
El amor nos da la capacidad de ver la vida con otros ojos, es capaz de cambiar nuestra realidad de muchas formas y nos da la fuerza para hacer renuncias que nunca hubiéramos hecho. Un amor sano nos da la capacidad de tocar las distintas realidades que conforman al ser humano: la familia, los amigos, la pareja, el trabajo, nuestra historia y sentimientos.
- Ser libres para amar
Hay una frase que dice que: el amor es la libertad de volar acompañado. La libertad y el amor siempre van unidos, ya que el acto donde más nos experimentamos libres es justamente en el amor. El amor es libertad y la dependencia como un nudo que ahoga.
- No deja de educar al corazón
Aprender a amar no es opcional en la vida del hombre, se trata de algo que es de vital importancia y solamente aquellos que se aventuran a recorrer este camino podrán disfrutar del fruto del arte de saber amar. El noviazgo es como un taller donde ejercitamos el corazón, sin caer en la instrumentación de la persona. Y todo este aprendizaje del amor en pareja también lo presencian tus amigos, que te ven queriendo aprender a amar.
- Se vive pacientemente
El amor es paciente, es servicial, no es envidioso, no es presumido, no es vanidoso, no es mal educado, no es egoísta, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra por la injusticia, se alegra por la verdad, disculpa todo, cree todo, espera todo, aguanta todo, el amor ¡jamás se acaba!.
Hoy más que nunca el mundo está lleno de gente impaciente. Todos tienen prisa. La paciencia nos ayuda a vivir en paz y nos lleva a encontrarnos con Dios en la cotidianidad de nuestras relaciones humanas.
Tenemos una tarea: reconocer que en cada experiencia que vivimos tenemos la posibilidad de perfeccionar o corromper nuestra manera de amar. El amor es el acto más libre que podemos hacer y cuando dañamos la libertad se daña también el amor, esta falta de libertad también la pueden presenciar las amistades alrededor del noviazgo. Existen factores que hacen que le quitemos al amor el lugar que le corresponde:
Factores que dificultan vivir un amor sano
- Falta de madurez
Si alguno dentro de la relación de pareja ha tenido una crianza en la cual se le han cumplido todos los caprichos sin llegar a poner un límite, es fácil que desarrolle comportamientos caprichosos, ofensivos e incluso manipuladores.
- Las heridas del pasado
Todos tenemos heridas en nuestras vidas que de una u otra forma pueden condicionar nuestro modo de relacionarnos. Por ejemplo, el niño que fue educado en un régimen muy estricto en su familia, es normal que se convierta inflexible y exigente con su pareja o sus amigos.
- La ansiedad y la precipitación
Estos dos factores dan como resultado múltiples actitudes tóxicas y actitudes innecesarias. Hemos perdido la capacidad de espera, cada vez somos menos tolerantes para esperar que las cosas se den cuando sea su tiempo, cada uno tiene que aprender a controlar su ansiedad para que esto no se convierta en un obstáculo en la relación.
- La codependencia
La codependencia emocional es aquella conducta que busca siempre encontrar la seguridad, felicidad o satisfacción a través de una fuente externa. Es una forma de no hacerse cargo de uno mismo. Esta se refleja, por ejemplo, a través de prestar atención excesiva a las necesidades ajenas, como las de amistades, y dejar de lado las propias o las de la pareja.
Si desde pequeños nuestros vínculos de apego se vieron afectados por rechazo, ausencia, injusticias… es muy probable que desarrollemos vínculos codependientes en nuestra vida.
Las decisiones que tomamos cada día nos pueden llevar a amar más y mejor, a cumplir de manera ordenada nuestra vocación en nuestras relaciones humanas y son tantas las limitantes que nos ponemos por nuestra misma humanidad…. Veo importante detenerse un poco, mirar adentro, para no ir caminando por la vida perdiendo de vista lo importante: el modo en cómo nos entregamos al otro, la manera en cómo estamos amando.
El noviazgo es una escuela del amor, un lugar donde se esculpe el corazón, donde decidimos amar a una persona, donde entregamos un regalo precioso: nuestro corazón, en un acto de plena confianza, viviendo un deseo de ser correspondidos, viviendo el discernimiento de compartir con alguien la vida. Los amigos que los rodean son quienes más podrán presenciar esa decisión de construir un amor sano. Sigamos custodiando lo más hermoso que tenemos los seres humanos: nuestra capacidad de amar.
Irma Richardson – IG: @irma_richardson.
Excelente artículo
¡Gracias Jimena!