¿Cómo llevar una amistad con miras al noviazgo?

La etapa de conocer a alguien, salir con él/ella, es una etapa muy bonita y a la vez importantísima también. Pues, es en esta “amistad especial” donde se van construyendo las bases sólidas y firmes para algo duradero. Por “especial “nos referimos a dos personas (varón y mujer) que saben que se gustan y bajo mutuo acuerdo deciden conocerse en mayor profundidad y así discernir un posible futuro noviazgo cristiano.

Claro está que este artículo está dirigido a quienes quieren construir algo bajo la luz de Dios y pensando en que todo lo que quieren hacer/tener en su vida, sea para darle mayor gloria a ÉL. Partiendo de esta premisa es necesario tener claro el objetivo de una relación amorosa: allanar el camino hacia una potencial comunidad de vida y de amor – el matrimonio, bajo principios y fundamentos claros. ¿Puede una relación de noviazgo no acabar en sacramento? Correcto. Más siempre el inicio y desarrollo de una relación, con Dios en el centro, buscará colocar los medios humanos y también la gracia y ayuda de Dios para que la unión pueda terminar en unión sagrada ante ÉL.

Dicho esto, al decidir abrir tu corazón y recibir el corazón de otra persona a tu vida, en esta etapa en la que se están conociendo de una manera especial, requiere de una madurez afectiva que no te haga “probar” ni “jugar” con el corazón de nadie. Expresado de otra manera, de evitar perder el tiempo si no estás interesado de que las cosas vayan en serio.

Hoy te traigo 5 preguntas que te ayudarán a llevar una amistad con miras al noviazgo.

¿Cuánto tiempo debemos esperar antes de entrar a una relación?

De las interrogantes que más se escucha cuando se toca este tema. Y la respuesta es: ¡No hay tiempo definido! Los corazones no funcionamos con un manual de instrucciones que hay que seguir al pie de la letra. Cada persona es un misterio, cada relación que establezca cualquier tipo de vínculo afectivo también lo es. En este caso, más que tiempo (1 mes, 6 meses, 3 años, etc.) es la acumulación de experiencias vividas juntos, el tiempo de calidad que comparten, la profundidad de las conversaciones, etc., que harán que poco a poco vayan sintiendo el uno por el otro esa familiaridad que los haga ser como son, sin más máscaras, sin fingir. Mientras más “seas tú” con esa persona, podría decirte que más listos estarán para dar el siguiente paso. Vayan con calma, no intenten correr, ni quemar etapas, disfruten el camino, cada salida, cada conversación, cada minuto a su lado. ¿Acaso alguien te apura? Conoce el corazón de la otra persona y también déjate conocer.

¿Qué nos podemos preguntar para conocernos mejor?

En esta etapa, es el momento para ir descubriendo si tus no negociables van en la misma dirección que los de él/ella. Y de no solo confirmarlos porque te los dice, sino que lo observes también a través de su comportamiento, de sus planes a corto, mediano, largo plazo, de cómo es no solo contigo, sino con los demás; tantas actitudes que te pueden confirmar lo que te ha comentado con palabras. Conversen de sus sueños, de sus miedos, de sus metas profesionales, de lo que esperan en una relación amorosa, de sus cualidades y defectos, de sus familias, etc. Hablen y hablen muchísimo. Es la oportunidad para que se desnuden poco a poco el alma, y así, mientras más vayan entrando en la vulnerabilidad del otro, puedan ir discerniendo si ves a la otra persona como futuro(a) padre/madre de tus hijos. En lo particular a mi siempre me funcionó armar una lista de muchísimas preguntas en un papel (las que me interesaba querer conocer), y así en cada salida y según en cómo avanzaba el nivel de confianza, las íbamos respondiendo ambos. Y no podía terminar esta pregunta sin decirte que no dejen de mirarse a los ojos mientras se hablan.

¿Qué es debido y qué no en esa etapa?

Puedo resumirlo en: 

Debido: todo aquello que los haga más santos y que los ayude a acercarse más a Dios. Todo lo que les haga cuidar el corazón del otro y el tuyo también.

Por otro lado, hay que tener mucha prudencia con el contacto físico. Si aún son amigos y están reforzando este vínculo, no deberían comportarse como enamorados, novios, esposos. Pues puede darse un escenario no favorable en donde los lleve a colocarse en ocasión de pecado innecesariamente. Si ya ambos saben que se gustan, que además de esta atracción interior que han ido forjando, hay una atracción física, hay que cuidar cada demostración de afecto.

¿Cómo ir con cautela, pero abriendo la posibilidad al enamoramiento?

Recuerda que la atracción física no es suficiente para mantener una relación a largo plazo. La atracción debe ser integral, poniendo en el centro el corazón de la otra persona.

Por otro lado, no dejes que los miedos/dudas sean más grandes que tus ganas de querer construir algo con futuro de santidad. Es inevitable quizá sentir ese miedo natural al: ¿y si termino lastimado(a)? Amar implica siempre tomar riesgos. Recuerdo lo que me dijo un amigo hace unos días mientras me hablaba de la chica con la que está saliendo:

“Ya no solo pienso en ella por momentos del día, sino mañana, tarde y noche. Y esto es un poco peligroso, pero quiero tomar el riesgo”.

También hace algunos años leí esto en el muro de Facebook de un amigo: “No enamorarse por temor a sufrir, es casi tan tonto como no querer bañarse por temor a ensuciarse. No existen las parejas perfectas, siempre van a existir conflictos, problemas, peleas, pero debes saber qué persona en este mundo es capaz de arrancarte una sonrisa que te haga olvidar el dolor, robarte un suspiro que cure cualquier discusión y que con tan solo una mirada te muestre que todo tiempo malo es efímero, en comparación con todos los momentos increíbles que juntos pueden vivir. En lugar de tener miedo a enamorarnos por temor a sufrir, deberíamos arriesgarnos a encontrar qué persona vale ese pequeño sufrimiento pues a cambio te dará un inmenso amor”.

Arriesgarse a amar de verdad siempre valdrá la pena.

¿En qué momento acaba la etapa, ya sea porque no vamos en la misma dirección o porque quizá ya queremos dar el siguiente paso?

Que los sentimientos no te guíen, que te guíe la verdad. Después de todo lo que has leído hasta aquí, no puedo dejar de mencionarte a quien te llevará a tomar la decisión correcta: JESÚS. Pídele siempre astucia y sabiduría al Espíritu Santo para que puedas descubrir su voluntad y no tengas miedo. 

Ya sea que dejen de frecuentarse porque descubrieron que hay algunos aspectos importantes que no van en la misma dirección o que, por el contrario, ven que pueden iniciar una relación como Dios la quiere, que acabe esta etapa dependerá también de cuán sincero seas contigo mismo(a) y sepan ambos también ser transparentes en todo momento el uno con el otro.

Espero te haya servido. Con Cariño, Shey.

Compartir

3 comentarios en “¿Cómo llevar una amistad con miras al noviazgo?”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

artículos relacionados