
Pedir ayuda no es fácil, admitir que estamos pasándola mal nos hace sentir vulnerables y abrir el corazón resulta un acto de valentía cuando sentimos que no podemos más. Ir a terapia no debe ser el último recurso o “bote salvavidas” cuando todo está oscuro, la terapia es un proceso para conocerse, aceptar, sanar y volver a comenzar, no es borrón y cuenta nueva, es cuenta nueva a pesar del borrón (heridas, pérdidas, traiciones, etc.) La terapia es un espacio seguro para ser vulnerables sin el temor a ser juzgados, es aceptar que necesitamos ayuda.
Los seres humanos aceptamos con los brazos abiertos las experiencias agradables que nos producen alegría o tranquilidad pero rechazamos las experiencias que nos producen miedo, ira, dolor o tristeza, tenemos la costumbre de etiquetar a las emociones como positivas o negativas, y cuando viene la tristeza nos obligamos a estar felices, nos decimos: “No vale la pena sentirme mal”, pero lo único negativo de las emociones es que las guardes dentro de ti y no las expreses, todas las emociones son necesarias y debemos aprender a gestionarlas.
¿Qué es la terapia psicológica?
La psicología es una disciplina científica plenamente validada, que solo puede llevarse a cabo por un profesional de la salud mental, la terapia psicológica tiene por finalidad el diagnóstico, tratamiento, resolución y prevención de problemas de salud mental, emocional o de conducta, la terapia es un proceso de trabajo interior, de sanación y evolución, que requiere el compromiso y participación consciente de quien busca la ayuda profesional. No se puede confundir la terapia con una plática con un amigo y/o familiar, la terapia parte del conocimiento de la estructura de la personalidad, de cómo funcionan las emociones, las conductas y procesos psicológicos de las personas.
¿Cuándo se que tengo que ir al psicólogo?
En términos generales es necesario ir al psicólogo cuando existe un problema que comienza a superar tus fuerzas y está disminuyendo tu calidad de vida, esto puede manifestarse de las siguientes formas:
- Sientes que pierdes el control de tus emociones.
- Solo deseas experimentar emociones “agradables”, rechazas y evades otras emociones (tristeza, miedo, ira, etc.)
- El miedo te limita y no te permite avanzar.
- No puedes comunicar tus pensamientos y/o sentimientos de forma asertiva.
- No te consideras suficiente, sientes que no tienes ningún talento.
- Tu diálogo interno es negativo: “Todo me sale mal”, “No lo voy a lograr”, etc.
- Permites que otros te ofendan y lastimen sin poner límites.
- No puedes mantener relaciones interpersonales sanas (sea de pareja o amistad).
- Circunstancias dolorosas: duelo, trauma, separación o una enfermedad.
La terapia es para todos
Sin embargo, la terapia también es un espacio de autoconocimiento, no tiene por qué existir una situación grave para acudir al psicólogo, así como asistimos al médico de cabecera por un control, también es válido ir a terapia por prevención de la salud mental.
¿Cuáles son los beneficios que aporta ir a terapia?
Promueve el autoconocimiento
Con la terapia conoces aspectos de tu personalidad que desconocías, así como tus fortalezas, debilidades, tus motivaciones más profundas y con ello podrás descubrir tu verdadero camino.
Nuevas herramientas para gestionar emociones y manejar los conflictos
Aprenderás a identificar, validar y gestionar tus emociones de manera sana y efectiva, así también comprenderás que es necesario también sentir emociones que provocan sensaciones desagradables, serás capaz de manejar los conflictos con asertividad, estableciendo límites sin sentimientos de culpa.
Sanar tu historia personal
Este punto es muy importante, porque en terapia vas a conocer aquellas creencias irracionales, heridas de la infancia, votos y juramentos que has ido formando a lo largo de tu vida y que actualmente están causando más heridas, sin embargo, la terapia es un proceso que debe hacerse siempre de la mano de la guía espiritual (Ejemplo: tu director espiritual), recordemos que somos una unidad biopsicosocial y espiritual, por lo tanto, para un proceso integral de sanación debe tomarse en cuenta esta unidad.
Mejora tu calidad de vida
Sin duda después de un proceso de terapia, la calidad de vida mejora, serás capaz de aceptar tus limitaciones, pero confiando en tus capacidades, dones y talentos, aceptarás y abrazarás tu historia de vida tal cual es y sobre todo encontrarás paz y alegría en saberte amado, deseado y pensado por un DIOS que te amó primero.
Y para finalizar les comparto las siguientes preguntas las cuales te podrán ayudar a discernir si es momento de ir a terapia: ¿Eres feliz?, ¿Aceptas y amas lo que ves frente al espejo?, ¿Puedes abrazar tu historia de vida con amor y gratitud?, ¿Sientes rencor o resentimiento hacia alguien?, ¿Sabes cuándo pedir ayuda?, ¿A pesar de la pérdida, sientes que la vida vale la pena vivirla?, ¿Has sido capaz de responder estas preguntas? ¿Qué emociones o recuerdos se han despertado en ti?
Saludos,
Andrea Melissa