Dejando mi hogar de origen

Cuando estamos cercanos a casarnos nos enfrentamos a un golpe de realidad, que a veces no vemos venir hasta que la fecha es más próxima, y este es: dejar nuestro hogar de origen. 

Esta realidad empieza a ser visible en pequeños-grandes momentos, cuando por ejemplo, se define el lugar donde vivirás con tu cónyuge, cuando empacas tus cosas personales para llevarlas al que será tu nuevo hogar, o sin dejar de lado lo que a menudo es muy común escuchar, la típica pregunta: ¿estás listo(a) para dejar tu casa, tus padres, hermanos? 

En esos momentos, percibes de una manera más tangible que tu vida va a cambiar completamente y que te enfrentas a una situación totalmente diferente, esta realidad va acompañada de un sin número de sentimientos que pueden ser inclusive opuestos entre sí, desde alegría, dicha o  ansiedad hasta miedo y angustia. 

Si estás pasando por esta situación, o conoces a alguien que está pasando por esto, te brindamos algunos puntos a reflexionar.

Sé paciente contigo mismo(a)

Para empezar, debemos reconocer nuestros sentimientos, todo aquello que me hace sentir inseguro(a), aquello que nos da temor o ansiedad. Para esto, toma un tiempo para ti, para escucharte a ti mismo(a), para analizar lo que tu corazón está sintiendo y una vez que lo hayas descubierto, abrázalo, es tuyo, forma parte de ti y está bien sentir todo eso ante lo desconocido. No obstante, debemos entender que todo cambio en nuestra vida necesita un proceso de adaptación, no son cosas que se dan de la noche a la mañana, así que sé paciente y disfruta ese proceso, haz que sea llevadero y emocionante.

Sé tan creativo como lo necesites

En ocasiones al dejar nuestro hogar de origen nos da temor desprendernos de ciertas actividades y acciones que formaban parte de nuestra cotidianidad, o por otro lado nos podemos sentir más motivados a probar cosas nuevas. Por eso sé tan creativo como lo creas necesario, se trata de hacer tuya esta nueva realidad y disfrutarla, por tanto, adapta lo que sea necesario, mantén lo que es esencial para tí, y atrévete a innovar. 

Para ello, por ejemplo, puedes crear una nueva rutina personal que te ayude a hacerte sentir en casa, generar una lista de tareas pendientes, agendar espacios de esparcimiento con tu cónyuge, o de actividades que quieras realizar, esto permitirá ir creando hábitos que te ayuden a establecerte en tu nuevo hogar y les ayudará a sentir ese lugar como suyo si aún no han podido soltar el de su familia de origen.

Es más común de lo que crees

Otro punto importante de entender, es que si estás pasando por esta situación de nostalgia, no eres el/la único(a) que pasa, pasó o pasará por ello. Es algo completamente común y eso debe ayudarte a sentirte tranquilo(a). Si la mayoría logró sobrellevar ese sentimiento tú también puedes, es cuestión de aceptación y como lo hablamos en el punto anterior, ser paciente contigo mismo(a). 

Al reconocer que no solo nosotros pasamos por este tipo de situaciones, nuestra mente en cierta forma se relaja, y genera empatía, permitiéndonos dar pasos hacia delante, hacia la superación, hacia la libertad y hacia la serenidad de corazón. 

Cuando esto sucede, pasarás de esta fase a la plenitud de vivir una nueva aventura al lado de la persona que amas, reafirmando que tienes por delante una vida por descubrir y disfrutar. Sin olvidar que tu familia de origen siempre formará parte importante de tu vida pero desde un plano distinto del que tenía antes. 

Convérsalo con tu cónyuge

Cuando pasamos por una situación que nos agobia o perturba, a veces callamos por vergüenza o porque no queremos que nos mal interpreten, y  es así como terminamos atravesando la situación solos. Esto no tiene porqué ser así, mucho menos si ya estamos casados.   

Sin duda alguna, el poder expresar nuestros sentimientos nos ayuda a ver las cosas desde diferentes perspectivas, además, al hacerlo podremos recibir algunas palabras de aliento, o bien, tener un desahogo que nos ayude a liberarnos un poco. Y, ¿qué mejor persona para conversar este tema que tú cónyuge?.

Si te pones a pensar, quizás también esté atrasando por lo mismo y necesite también de ti, por eso no tengas miedo de abrirte y ser completamente sincero(a), cuéntale tu sentir y déjate abrazar el corazón. 

Y si ambos están pasando por la misma situación, ayúdense mutuamente, recuerda que dos cabezas piensan mejor que una, ambos podrán superarlo.

No vamos a decir que es fácil o que es algo simple o sencillo de superar, para muchas personas se vuelve todo un motivo de estrés y de ansiedad, pero tenemos la certeza de que, al entender que es solo un proceso de adaptación y que no estamos viviéndolo solos, sinó que lo vivimos de la mano de la persona que más amamos y que nos ama, podrás llenarte de valentía y vivir con alegría esta hermosa aventura que inicias al dar ese paso con tu amado(a). 

Disfruta el proceso, mira las cosas hermosas que te esperan, lo recordarás con alegría con el tiempo.

Familia Fernández Chacón.

@eltallerdesanjose.cr

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

artículos relacionados