El apego ¿realmente qué es y por qué es importante?

Muy probablemente has tenido una amistad muy cercana o relación de pareja donde vas descubriendo actitudes, pensamientos o conductas que tal vez te dan curiosidad comprender de dónde vienen o porque lo hacen de esa manera.

Parte importante de lo que explica quiénes somos en el presente y buscamos ser en el futuro, hace eco de las experiencias que vivimos principalmente en la niñez y la adolescencia. En ellas puedes profundizar sobre tu persona, así como también quienes compartan contigo puedan conocer tu historia: quién eres, de dónde vienes, qué has vivido, etc. 

Ante la propuesta de gran parte de la sociedad actual que acerca más hacia el individualismo a través de la autonomía, autosuficiencia, empoderamiento y otras expresiones, sería válido plantearse lo siguiente: desde que nacemos y a lo largo de nuestra vida, como seres sociales dependemos de otros, en mayor o menor medida según la circunstancia en que nos encontremos. Será tal vez que ¿se ha perdido de vista lo sano que es pedir ayuda o necesitar de otros?

 ¿Qué es el apego?

John Bowlby lo definió como el medio por el cual formamos lazos afectivos y emocionales con las personas de quienes recibimos la atención a las necesidades que tenemos. Desde que somos pequeños vamos identificando lo que necesitamos: sea comer, dormir, recibir un abrazo cuando nos caemos jugando o estamos tristes. Buscamos el equilibrio, lo que nos hace sentir bien conmigo mismo y con lo que pasa alrededor. 

Parte del sano desarrollo de un niño dependerá en un mayor porcentaje de los padres, aproximadamente hasta el primer año de vida cuando empieza a formar lazos más afectivos con otras personas cercanas. En este periodo de crecimiento habrá etapas donde la dependencia física o emocional se va a pasar la estafeta con la independencia de descubrir el mundo en texturas, sabores y hasta raspones. 

La etapa de la niñez ayuda de ejemplo al ser donde más notoria y gráfica es esta dependencia, pero no por ello el apego será algo exclusivo de esta etapa, más aún sus efectos, como las raíces de un árbol, saldrán a la luz y serán los cimientos del adulto con que te topas en el trabajo, la escuela, en el super o incluso tu pareja.

¿Por qué es importante?

  • La calidad o cercanía de los lazos: El cómo se formen estos primeros vínculos desde pequeños, van a influir en mayor o menor grado en la expectativa que tendremos de cómo relacionarnos con los amigos o futuras parejas (tómalo en cuenta si estás viviendo la soltería o en una relación). Cuando se forma un apego sano será más probable que se tengan mejores recursos emocionales y psicológicos para formar vínculos más sanos.
  • Depender de otros es algo sano y necesario en su grado adecuado: especialmente en las primeras etapas de vida y a lo largo de la vida se va expresando de diferentes maneras. El ser humano no está hecho para estar solo. Dios es el primer interesado en recordar esto al regalarnos la mutua compañía adecuada entre hombres y mujeres.
  • Reconocer los primeros vínculos. La experiencia que cada persona haya vivido al formar sus primeros vínculos puede explicar porque se comporta de cierta manera en sus relaciones personales, en especial el grado de cercanía, reafirmación o seguridad que necesita de ellas. Ver más allá de la actitud o conducta de alguien, puede ser la diferencia para comprender que lo hecho, dicho o sentir no sea algo personal contigo y tengas los recursos para sobrellevar mejor el trato con la persona.

No temas necesitar de otros, eres necesario

¿Qué pasa cuando hay ausencia de un apego sano? ¿Cuándo papá, mamá o ambos, no estuvieron ahí de la forma que se necesitaba? 

Cuando papá, mamá o ambos no estuvieron de la forma que necesitabas, probablemente sí estuvieron presentes aquellas personas con quienes se formaron los primeros vínculos; tal vez abuelos, tíos, algún familiar o amistad que vio por ti. 

Si al leer estas líneas, identificas en tu historia de vida que tus padres o cuidadores estuvieron presentes con apoyo y cercanía en las necesidades que tuviste y de la forma en que necesitaste (más allá de solo lo económico o material) te invito a que los sigas cuidando y apreciando porque te dieron las herramientas y medios para que quienes se acerquen a ti, encuentren un lugar seguro y también te sientas con seguridad al relacionarte con otros. Si hubo ausencias o no te brindaron la seguridad de pedir ayuda en ellos, te invito a validar que eres importante, que tus necesidades cuentan y se pueden atender de una manera sana, segura y estable. 

Invita a Dios a que sea parte de este proceso de reconciliación, de luz para guiar los pasos necesarios, lo redescubras como el Dios amoroso y fiel que cuida de ti, de Él viene la certeza de nuevos comienzos. Acércate a trabajar en terapia si has vivido situaciones repetitivas en tus relaciones de amistad, pareja (spoiler alert de un próximo artículo) o familia con las que se te dificulte conectar y reconozcas que son de valor para tu vida. 

  • Daniel Moreno Mena

También estoy a tus ordenes por IG en @psic.danielmoreno si necesitas platicar o tratar alguna situación

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