
Hablar de “rol” referido a la relación de pareja en pleno siglo XXI implica tener en cuenta muchas cosas. No pretendemos abarcar todas, sino ofrecer una propuesta, especialmente dirigida a los varones. Cabe aclarar que al hablar de “rol” no nos referimos a una campaña o moda imperante. Se trata de algo mucho más profundo que todas las parejas están invitadas a vivir desde el amor verdadero y auténtico, ese tipo de amor que nace de la caridad hacia el otro.
Hablando de hombre a hombre, nosotros sabemos que las relaciones de pareja realmente son apasionantes, pero la pasión está llamada a trascender hacia un propósito compartido por ambos. Este propósito puede ser distinto en cada pareja, pero es necesario que se construya entre los dos.
El propósito se construye día a día, implica tiempo y, sobre todo, muchas ganas de perseverar en él. Lograr este propósito común solo será posible si cada uno se involucra y es consciente de lo que puede aportar. De esta consciencia de la riqueza de uno mismo, es de donde nacen los roles. Estos se comparten mutuamente, al punto de que la pareja termina siendo realmente un equipo, una sola cosa. A esto, se llega gracias a la complicidad entre el varón y la mujer, una complicidad que se gesta a través de mucho diálogo, mucha transparencia, mucha humildad, pero sobre todo por mucha compresión.
1. ¿El hombre tiene un rol distinto al de la mujer?
Es distinto, pero en igualdad de condiciones. Es distinto, porque hablamos de dos sexos diferentes, de personas diferentes, de caracteres, temperamentos, pero que, en su diferencia, al conformarse en una pareja, apuntan hacia la construcción de un proyecto juntos en el que miran hacia un mismo destino.
Es por eso que podemos decir que el varón sí tiene un rol distinto al de la mujer, pero orientado al objetivo de hacer de la relación una comunidad de vida cada vez más sólida y verdadera. No olvidemos que es necesario saber disfrutar de las diferencias entre varón y mujer, pues esto nos facilitará la vida en pareja y nos hará más felices.
2. ¿A qué está llamado el varón?
Afortunadamente, la mentalidad de que la estabilidad económica es rol exclusivo del hombre y la de la crianza de la mujer, está cada vez menos presente. Esta lógica reduce la riqueza tanto del varón como de la mujer al cumplimiento de roles y que, muchas veces, están aislados entre sí. Si bien, hay muchas familias que han vivido bajo esa mentalidad, y la mía no es la excepción, no queremos desmerecerlas. No obstante, cabe aclarar que un modelo de relación de pareja como el que acabamos de describir es cada vez menos posible por diversos factores.
Más allá del modelo del “varón proveedor”, el varón está llamado a promover el desarrollo de la feminidad de la mujer, de su personalidad a través del afecto profundo hacia ella. Para promover el desarrollo de su feminidad, primero debe comprender esta, porque la compresión genera el conocimiento y nadie ama lo que no conoce.
Es aquí donde surge la propuesta, a saber, la del hombre total, es decir, el ser no solo amantes, sino compañeros. Esto puede parecer obvio, pero responde a una realidad crucial en una relación y esta es la de no solo “estar-juntos”, sino la de permanecer el uno en el otro.
En el plano intrapersonal del varón, esto lo involucra mucho más con su pareja, pues lo desafía a conocerla, comprenderla, aceptarla, admirarla, corregirle con ternura cuando sea necesario. En síntesis, es implicarse en la vida de su pareja, sin pretender poseerla ni controlarla, sino mostrando interés por su visión de las cosas, sus sentimientos y emociones, sus miedos y ansiedades, sus sueños y expectativas.
En el plano interpersonal, es necesario que el varón no renuncie a los gestos de caballerosidad a pesar del paso del tiempo. Esta es una forma de vivir la permanencia en el amor a través de los detalles. Vale preguntarse aquí ¿qué tipo de detalles (no solo materiales) he tenido en los inicios de mi relación y cómo han evolucionado estos? Por otro lado, es preciso también buscar el diálogo profundo al punto de abrir el alma a tu pareja. Esto significa el hacer partícipe a nuestra pareja de nuestra vulnerabilidad, es decir, de aquello que nos afecta y nos hace sentir débiles.
3. Hombre y mujer se complementan.
Así, cada pareja se complementa de una forma única. Cada pareja vive su propia complicidad. Para entender esta complicidad, pongamos un ejemplo. Imaginemos que, después de un naufragio, dos personas se encuentran en una isla desierta y cada uno habla un idioma distinto. Si se empeñan, cada uno, en que otro hable su idioma perderán el tiempo y la posibilidad de conocerse y ayudarse. Lo lógico sería que creen juntos un idioma que entiendan los dos y que no sea el de ninguno de ellos sino una mezcla. Les sirve a ellos y a nadie más. Esa es la complicidad de la pareja. El varón tiene el rol de individualizar a su pareja, es decir, identificar en ella aquello que no puede encontrar en ningún otro lugar o persona. Es el hacer realidad aquella paradoja en la que dos seres se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos.
- Jorge Neyra
Totalmente de acuerdo. Es necesario una nueva “masculinidad” y en la pareja se puede crecer mutuamente y ser el complemento para ser realmente 1.