
Hace dos años me encontraba en una de las etapas más complicadas que me ha tocado vivir, fui diagnosticada con un episodio de depresión y ansiedad como consecuencia de una enfermedad crónica con la que también fui diagnosticada, pero sobre todo por un cambio enorme que tuve en mi vida. Gracias a lo que estudié, tenía la parte teórica de lo que es la depresión y la ansiedad, pero fue hasta que lo viví que pude entenderlo. Cuando me dieron de alta me comprometí conmigo y con mi entorno a hablar del tema, porque hoy más que nunca se necesita hablar de depresión, pero se necesita hablar desde una perspectiva en la que se ponga en el centro a la persona.
¿Qué es la depresión?
Según el Instituto Nacional de Cáncer, la depresión es “el estado mental que se caracteriza por sentimientos permanentes de tristeza, desesperación, pérdida de energía y dificultad para manejarse en la vida cotidiana”. Aquí es importante hacer la distinción, estar triste por uno o dos días seguidos no quiere decir que se tiene depresión, se requiere una permanencia en el tiempo, para este criterio se necesita un especialista en salud mental, ya que hablar de depresión es hablar de una enfermedad mental que requiere ser diagnosticada por un especialista, al igual que cuando te duele el estómago no vas con el dentista porque en donde sientes la molestia es en el estómago y lo que buscas curar es justamente esa molestia, por lo que vas con el gastroenterólogo o bueno eso sería lo ideal.
Varios autores han nombrado la depresión como la enfermedad del siglo XXI, te comparto algunos datos relevantes como una invitación a concientizar sobre la enfermedad:
Según la Organización Mundial de la Salud:
- A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión.
- Más de la mitad de las personas con depresión a nivel mundial no reciben tratamiento.
- Un 43% de los pacientes abandona el tratamiento.
Estas estadísticas hablan de números reales que reflejan como la depresión es una enfermedad que afecta a un gran número de la población, nos toca informarnos del tema, hablarlo y dejar a un lado el tabú que sigue girando en torno a la salud mental. Más aún, cuando la depresión ha llegado a nuestras vidas o a las de algunos de nuestros conocidos, debemos aprender a hablar de ella, a dar apoyo y empatía. Por esto, te comparto tres claves con las que debe contar una persona con depresión
- Reconocimiento y validación
La persona no eligió tener depresión, las causas son multifactoriales, ya que son muchos factores los que se ven involucrados o que pueden detonar la depresión. Debemos poner en en el centro a la persona porque la depresión no la define, la persona no es su depresión, no es su enfermedad mental, sigue siendo la persona que conoces pero que hoy está pasando por una enfermedad.
- Paciencia
Una virtud complicada pero sumamente necesaria para la vida y para situaciones como estas, ser pacientes en que sanar no es lineal, sino que es dinámico.
- En caso de que estés viviendo la depresión, tienes que ser muy paciente contigo mismo y con tu proceso, tener en cuenta que requiere tiempo y perseverancia en el tratamiento.
- En caso de que alguien cercano está viviendo la depresión, no te toca a ti curar a la persona, es un proceso personal e independiente, en donde la persona está viviendo una etapa muy compleja, lo que te toca es reconocer esos esfuerzos que veas que va haciendo la persona, pero, sobre todo estás en el lugar de acompañar.
- Red de apoyo
Piensa en la red, como esa suma de personas que se van a tomar de la mano y tú te vas a tirar confiando en que te van a sostener. La red de apoyo está conformada por las personas especialistas en algún área de la salud mental, quien va a acompañar (psiquiatra, psicólogo, consultor familiar, orientador), también se encuentra conformada por la familia, entendiendo que hay dinámicas familiares en donde la familia no funge como una red de apoyo, pero pueden haber familiares que sí lo sean, otra parte de la red de apoyo son las amistades, esos amigos que elegiste y quienes van a buscar hacerse presentes de alguna manera en esta etapa. Otro elemento fundamental es hacer a Dios parte de este proceso.
El acompañamiento es la clave
Al tener la depresión causas multifactoriales es importante ver cómo hasta en estás cosas se habla de la unicidad de la persona, ya que los factores que pueden activar la depresión en alguien puede que en otra persona no lo hagan, es por eso también que el proceso de recuperación y sanación también es único, donde lo que permanece es el peso que tiene el acompañamiento frente al ser humano en cualquier etapa de vida que esté pasando.
Reconoce tu red de apoyo y sé consciente de las personas para las que tú eres red de apoyo, no sabemos las batallas que están viviendo quienes se encuentran a nuestro alrededor, lo que sí podemos es ser lo más amables con el proceso del otro. Hablemos de depresión para que más personas sepan que no están solas en está lucha, que sanar no es lineal y que pueden contar contigo y conmigo para ser su red de apoyo y un puerto seguro.
- Valeria Vázquez