
Hasta el final contigo… ¿o no?
A todos nos han sostenido alguna vez en nuestra vida, ¿recuerdas esas veces que salías en brazos de papá, mamá o tu familia en fotos? Es una de las experiencias que más nos unen con los demás: El saber que somos sostenidos por otros, y que necesitamos sostener a alguien.
Esta dinámica es hermosa. Da mucha paz pensar que hay alguien dispuesto a sostenernos, que no estamos solos en el mundo.
Sin embargo, cuando se trata de llevar esto al plano concreto de una relación de pareja, nos planteamos: ¿hasta qué punto puedo sostener mi relación de pareja?
Muchas veces nos conflictuamos, cuando estamos en una relación que sentimos que no nos llena. Pero a su vez, nos pesa en el corazón ver el camino recorrido, y sentir que después de unos años, sería un total error “echar a perder” lo vivido hasta el momento y preferimos seguir en el mismo lugar que estamos.
Por eso, es importante en esos momentos, tener algunos criterios que nos den más certezas para decidir, y nos permitan, en medio de lo difícil de toda la situación, tomar el mejor camino para nosotros.
Te dejo aquí los criterios:
- El amor debe permitirme expresar lo que soy
Para empezar, hay que comprender que el amor debe ser una expresión genuina de quien es el otro.
Muchas veces, las experiencias que vivimos en el amor nos hacen ocultar poco a poco quienes somos, porque creemos que hay zonas de nuestra vida o aspectos de nuestra personalidad que el otro no “debería” conocer.
Una de las características del amor que buscamos es que sea verdadero, es decir que exprese lo que ambos somos en nuestra identidad. Cuando esto no es posible, porque temo ser rechazado, porque tengo una herida que me hace ver con desprecio algún área de mi vida, entonces la opción más fácil es ocultarlo y renunciar a mi mismo, con tal de “asegurar” que estaré junto al otro.
Estas formas de “ocultar” nos empiezan a pedir estrategias, nos exigen hacer cosas, que a veces ni siquiera queremos, para tener al otro cerca y eso hiere nuestro corazón, por ejemplo: mostrar nuestros cuerpos, vivir una vida de apariencias, aceptar amores que en el fondo no queremos, entre tantas otras, son solo algunas de las cuantas formas en que, poco a poco, laceramos nuestro corazón.
- El amor debe darme paz, no siempre confort
Algo importante que no podemos perder de vista, es que el amor debe traer paz en nuestra vida. Sin embargo, si lo que entendemos por paz es ningún tipo de lucha, y ningún sacrificio, ciertamente no estamos entendiendo que es la paz.
La paz interior, es la experiencia de plenitud que nos genera el saber que estamos yendo por buen camino y que estamos tomando buenas decisiones. Puedo tener paz aunque mi relación de pareja, o mi vida familiar me exija cierto ritmo, que puede representar cierta fatiga en algunos momentos.
Saber diferenciar si lo que experimento es paz, o verdaderamente es algo que me hiere en lo más profundo de mi, es importante para tener un criterio sólido, al momento de decidir la continuidad o no, de mi relación de pareja
- Pon atención a los no negociables
Otro elemento importante, es que muchas veces, y sin pensarlo, hemos negociado en nuestra vida elementos que jamás pensamos negociar: nuestra fe, nuestra familia, nuestra paz, el respeto, hobbies… ¿cuál agregarías tú?
Si hemos cedido incluso, a lo que en un momento consideramos que era esencial para nosotros, eso habla de que el amor no nos está sumando, sino restando.
Por eso, es importante comprender si mis no negociables ya han llegado incluso a relativizarse, pues seguramente esto generará una experiencia de confrontación interior que nos terminará por dividir por dentro, y en ese punto, ya nuestra experiencia de amor nos está hiriendo mucho.
Saber rescatar lo que ha sido valioso para nosotros, no es cualquier cosa. Pues lo que tú no estás dispuesto a negociar, tiene un valor moral, sentimental a lo largo de tu historia y por eso, lo consideras tan especial. Por tanto, el amor que construyas con el otro no puede ir en contravía de quien tu eres, sino entrar en comunión contigo y hacerte pleno.
- Pide orientación- verificar hasta donde el otro quiere luchar
Un elemento importante en este proceso de discernimiento, es pedir una orientación a las personas adecuadas. Es importante, escuchar puntos de vista de quienes tengan criterios sólidos que te puedan orientar (un director espiritual, un psicólogo, un buen amigo).
Es necesario muchas veces que quien nos oriente, no tema mostrarnos la verdad de la situación, aunque nos duela verla con nuestros ojos.
Otro elemento, es poder validar hasta qué punto la otra persona quiere luchar. Muchas veces, luchamos con todas nuestras fuerzas por sostener una relación, mientras que al otro no le interesa en este momento de su vida o simplemente no es su prioridad.
Por tanto, validar si ambos estamos caminando por el mismo camino, y si estamos igual de abiertos a dejarnos ayudar, es esencial en este proceso para tomar decisiones.
- ¿Tu proyecto de vida es compatible con el del otro?
Por último, es importante verificar si nuestro proyecto de vida se une al menos en puntos esenciales con el del otro; muchas veces nos esmeramos en hacer que dos cosas totalmente disonantes, entren en armonía, y suenen parecido.
Pero lo cierto es que cuando nuestra esencia no se une en algo mínimo con la del otro, tenderemos a chocar y será un esfuerzo en vano, sostener el amor que tenemos.
Por eso es importante que aquella persona con la que queramos sostener una relación, no nos conduzca a renunciar a nuestros anhelos más profundos.
En conclusión, es importante que en nuestras relaciones amorosas podamos siempre vernos en la verdad de quienes somos.
Un amor que nos lleva a contradecirnos a nosotros mismos, poco a poco nos herirá y nos hará sufrir. Una relación debe vivirse en plena libertad, y el fruto de la misma debe conducirnos a la paz interior. Saber escuchar a personas sabias que orienten el proceso, y evitar tomar decisiones ligeras, también será clave durante este proceso, y nos ayudará a decidir qué camino tomar.
- Isa y Gary / @volveraloesencial_