Si quieres saber si tu cónyuge es realmente tu mejor amigo, este artículo te ayudará a descubrirlo. Para eso, hazte la siguiente pregunta ¿en este momento de mi vida, a quién considero como mi mejor amigo/a?
Después de tener en mente a esa persona a quien le cuentas tus secretos, y en quien confías plenamente, te hago otra pregunta: ¿pensaste en tu pareja?
Si tu respuesta fue no, tranquilo, a veces tenemos un mejor amigo o amiga antes de conocer a nuestro cónyuge y es importante conservarlos aún después de casados, sin embargo es aún más importante tener una sólida amistad con la persona que elegiste para compartir toda tu vida.
Reflexionemos en torno a esto ¿cómo nos sentimos con nuestros mejores amigos? A lo mejor la mayoría coincidimos en que tenemos sentimientos relacionados con la confianza, ya que son personas a las que les contamos lo que nos pasa con total libertad de no sentirnos juzgados, y con quienes podemos mostrarnos como somos. Además, al ser afines, nos sentimos conectados con ellos.
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Pero profundicemos un poco más en las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Con quién regresas cuando tienes un mal día?, ¿a quién acudes cuando realmente te sientes triste o decepcionado?, ¿quién está a tu lado después que has pasado una situación de vergüenza o temor?, ¿a quién le cuentas primero las cosas que te suceden y que tienen gran relevancia?, ¿quién realmente está 24/7 cuando lo necesitas?
Si anteriormente no lo habías considerado, es importante que te detengas a pensar que la única persona que está contigo sin importar el día o la hora, es tu pareja. Y es ella quien te acompaña en cada etapa de la vida que ahora comparten, porque tú has decidido que así sea.
La verdadera amistad es la que quiere el bien del otro, la buena amistad es sanadora, nos acompaña cuando hemos perdido la esperanza y nos impulsa siempre a ser mejores personas. Entonces, ¿cómo no ver a mi esposo/a como nuestro mejor amigo/a cuando cumple con todo esto y más? Cuando sabemos cultivar y mantener la amistad en el matrimonio, las cargas se hacen más ligeras, somos más cómplices y nos enfocamos en lo realmente importante.
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Incrementar la confianza en el matrimonio nos permitirá generar un vínculo aún más fuerte que nos ayudará a encontrar un verdadero soporte en nuestra pareja y que, entre más fuerte sea nuestra amistad, más apoyados y acompañados nos sentiremos el uno con el otro.
Ahora, después de preguntarnos si nuestro cónyuge es nuestro mejor amigo, preguntémonos si nosotros lo somos para él o ella: ¿Tiene tu esposo/a la total confianza de decirte las cosas así como se lo contaría a un mejor amigo?, ¿se puede mostrar tal y como son porque sabe que no le juzgarás o no vas a invalidar sus sentimientos?, ¿eres un buen confidente?, ¿logras que pueda sentirse acompañado incondicionalmente?
Quizás nos estemos dando cuenta que nuestro lazo de amistad se ha ido debilitando, o que nunca hemos visto a nuestro cónyuge como nuestro mejor amigo, pero tenemos todos los días la oportunidad de fortalecer e iniciar ese lazo para que nuestro matrimonio sea más firme. Tomemos espacios para hacer crecer la amistad en el matrimonio, así como lo hacemos con otras personas porque entre mejores amigos seamos, mejores esposos seremos.
Autores: Mel y Jos.