
Sinceramente, cuando supe del tema que me tocó escribirles, pensé bastante para redactar la primera palabra, porque, a pesar de haber estudiado, es difícil definir, en unos renglones, el extraordinario mensaje que la teología del cuerpo trae consigo.
Más que un texto, la teología del cuerpo y del amor son unos lentes que San Juan Pablo ll nos quiso regalar, a través de sus catequesis impartidas desde el 5 de septiembre de 1979 hasta el 28 de noviembre de 1984, para visualizar el significado del cuerpo, el amor, la sexualidad humana, la trascendencia, las relaciones desde el plano divino, y hacerlo con la mirada más aproximada a como Dios nos mira y nos miró desde que nos pensó.
Así que, vamos, pongámonos los lentes y acompáñame a descubrir este camino a través de la experiencia; que sean realmente palabras vivas y latentes, y que te ayuden a contestar las siguientes preguntas tan profundas: ¿Quién soy? y ¿Cómo puedo ser feliz?
Seguramente, te preguntarás: “pero, Fer, ¿qué tiene que estar hablando la teología sobre mi cuerpo, la sexualidad y las relaciones? Solo la biblia dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo, desear a la mujer de tu prójimo es pecado, no tengas relaciones sexuales fuera del matrimonio y ya»… ¿No es así?”
Yo te diría:“Sí, así es, querido amigo o amiga. Desde hace siglos, esos eran los temas sobre la sexualidad de los que usualmente hablaba la Iglesia ; inclusive, hubo una época puritana en la que se pensaba que el cuerpo era malo y todos los deseos que brotaban de él tenían que ser rechazados sin pensarlo dos veces.
Por ese motivo, Juan Pablo ll fue un Papa revolucionario, porque se dio cuenta, a través del Espíritu Santo, de las verdades que Dios revela desde el libro del Génesis y otros textos bíblicos y la antropología, sobre la vocación a la que todo hombre está llamado: La vocación al amor.
A esto le vamos a llamar ”La verdad del principio”, que es el plan original de Dios en la creación del hombre y de la mujer como tal:
‘’La vida íntima de la Santísima Trinidad permite comprender el fundamento último del hecho de que la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios no pueda existir sola, sino como unidad de dos‘’ (Gén. 2,18). Entonces, esto nos indica que no fuimos creados para vivir en la individualidad, sino como un don para el otro, o sea como Dios nos creó y se entrega por nosotros gratuitamente, así, nosotros estamos llamados a actuar.
Sin embargo, nos precede la soledad originaria, en la que tenemos el primer encuentro con el ser que nos amó, nos creó, quien conoce nuestro corazón; por eso, la soledad es buena y necesaria. Primero, Dios quiere casarse con nosotros, con su iglesia, para desbordarnos con su amor; se nos da como el primer Don para después nosotros podernos donar al otro, y qué mejor maestro que Cristo mismo que se entregó hasta la muerte…y sí, es muy romántico. Para entenderlo mejor, literal, es ir al encuentro con el primer amor para que él llene nuestro corazoncito y pueda saciar todos los deseos de este, porque Dios es el que los puso ahí y Él es el único que puede saciarlos y, de esta forma, descubrir realmente quiénes somos.
También, en esta soledad, Dios iluminó a Adán la vocación con la mujer desde sus diferencias sexuales, o sea ¡es precisamente mediante el cuerpo femenino y masculino que el hombre encuentra su vocación al amor! Imagínense la alegría del primer encuentro. Vean las palabras de Adán: ‘’Ésta sí que es carne de mi carne, hueso de mis huesos‘’ (Génesis 2: 22–23).
Ella es homogénea, del mismo material, pero al mismo tiempo diferente porque están llamados a la comunión y a la complementariedad y a esto el Papa Wojtyla lo llamó significado esponsal. Ok, vamos un poco más lento. Se le dice significado esponsal, porque el cuerpo comunica por sí solo y el mensaje que manifiesta es un llamado al don de sí por medio de la unión de dos personas que se abren a la fecundidad, a dar vida (cabe aclarar que la esponsalidad es un llamado de todas las vocaciones a entregar su vida a los demás en unidad con Dios, pero no entraré mucho en este rubro).
‘’Sin embargo, no se puede omitir en una teología del cuerpo la dimensión histórica de la necesaria y laboriosa redención del cuerpo. En verdad, la libertad humana también se encuentra marcada por el pecado original, que por la concupiscencia impide la inmediata transparencia del cuerpo al don de las personas, y abre así el camino a su reducción como instrumento de dominación y de explotación. El centro del problema moral consiste, en consecuencia, en superar la desintegración que separa el cuerpo de la persona, la búsqueda del placer de la donación, y que conduce a tratar al prójimo como mero objeto de placer‘’ (El legado de Juan Pablo II Sobre matrimonio y familia Mons. Livio Melina, p.186).
Ahí fue cuando Adán y Eva comenzaron a sentir vergüenza de su desnudez y es una batalla que tú y yo tenemos hoy en día, la batalla constante entre usar o amar, sentirnos amados o usados. Pero ¿qué crees? aún así puedes ser feliz y puedes amar y sentirte amado, y no, esto no significa rechazar los deseos de tu cuerpo, porque como vimos en un principio, tus deseos son buenos, porque vienen del corazón y Dios los puso ahí, más bien es una invitación a orientarlos por medio de la entrega al otro de una manera libre y diaria (decisión propia), total, fiel y fecunda.
Espero que este artículo te haya despertado mayor curiosidad para investigar más sobre la teología del cuerpo (que esto no es ni apenas la punta del iceberg) y vivirla a través de las verdades que el espíritu Santo te vaya iluminando muy particularmente a ti, porque eres un ser tan amado por Dios que respeta tus particularidades y a cada quien se le revela de una manera diferente ¡Wow es todo un caballero! Así que ábrele tu corazón, que no hay nadie que lo conozca mejor que él.
Psic. Fer Vargas de @formarte_
Que gran tema! Excelente post ????
Me encanto!
Impresionado realmente, ¡¡woooow!! Muy fuerte y cierta la frase de “la batalla consta en usar o amar” ya que es cierta, allá sexualidad debe ser una amor puro y no un camino hacia el placer. De igual forma quedé impacto con “ No fuimos creados para vivir en la individualidad, sino como un don para el otro “ es de verdad algo súper profundo ¡¡de verdad muchas gracias!! Dios los bendiga de verdad mucho, muchas gracias !
Gracias Joaquin por tu comentario! A nosotros también nos encantó el artículo!