¿Que puedo hacer si tengo pareja y me empieza a atraer otra persona? 

Sentirse atraído por otra persona que no es tu pareja, es algo que les sucede a muchos, es sin duda una situación difícil que podría surgir en cualquier momento de la relación, siendo novios o estando casados, porque la atracción es algo natural, el reto está en saber que hacer con esa atracción y cómo abordarla.

Algunas definiciones sobre la atracción, nos dicen que se llama así al proceso y al resultado de atraer, acercar hacia sí, al interés, deseo y curiosidad por conocer más de otros. Sin embargo, es un proceso, es decir, que el sentirse atraído por alguien más toma su tiempo.

De hecho, el Dr. John Gottman en su libro ¿Qué hace que el amor perdure? menciona que una infidelidad no se hace de la “noche a la mañana” sino que tiene un proceso, un tiempo de gestación, por tanto, una atracción  mal encaminada, puede terminar en una infidelidad, en algo que quizá jamás pensarías que pasaría, que  provoca un giro de 360 grados en la relación y mucho sufrimiento.

Sabemos que por lo general, la atracción tiene una connotación más sensorial, que alude más, al atractivo físico, al interés erótico y a las sensaciones, por eso es importante reconocer que sentirse atraído por otra persona es una cosa, pero actuar en base a esa atracción es otra muy distinta.

Por ello es importante hacer un ejercicio de reflexión. Este paso es fundamental y en este ejercicio no se debe evaluar de acuerdo a las emociones o situaciones del momento porque, supongamos que estás pasando por una situación en la que a ti y a tu pareja les está siendo difícil la comunicación y justo por esos días conoces a una nueva persona en el trabajo o en la escuela con la que ¡wow!, hablas mucho, tienen mucho en común, te parece linda persona, quieres conocerle más, piensas en el momento en que te la volverás a encontrar. Ahora bien, con razonamientos superficiales, uno pensaría ¡claro que esta persona me gusta, me atrae! y  sucede que comienzas a idealizarla más y más a pensarla más y por el contrario a tu pareja  le piensas menos. Esto pasa cuando tenemos  razonamientos superficiales, pero recuerda que estamos llamados a ir más allá de lo aparente de cada situación, pensando con un propósito, donde la reflexión sea el camino para poder actuar correctamente. Este ejercicio nos invita a ser honestos con nosotros mismos, con lo que estamos pensando y sintiendo, sin que influya la realidad actual con tu pareja y sirva de pretexto para dar pie a esa atracción por la otra persona.

El rumbo que tome esa atracción que si bien se presenta aún sin quererlo en medio de una relación estable, crecerá o se frenará dependiendo de tus acciones, de tus decisiones. 

Si te sientes atraído por una persona, quizá experimentarás diversidad de emociones como el deseo, mayor emoción, pero también ansiedad, disgusto,  miedo, porque si uno tiene pareja,  no quisiera faltarle ni herir a la persona amada.

Por ello quiero compartir contigo algunas sugerencias para poner en  práctica si atraviesas por esta situación:

-Oración para estar fortalecidos ante lo que bien podría ser una tentación.

-Acompañamiento para contar con alguien cercano y de confianza que realmente pueda aconsejar y ayudar. Puede ser un consultor,  psicólogo, un familiar o bien un guía espiritual.

-No caer en el engaño de la trampa del ego, saber que le gustas a alguien más, o recibir algún coqueteo, inflama el ego, por ello es importante conocerse bien, para predecir cómo es que actuamos frente a cierta situaciones, evitarlas  y no caer en estas trampas.  

-Escuchar la voz de la conciencia porque en el fondo sabemos que algo no lleva buen camino, lo sabemos pero a veces es más cómodo no escuchar. 

-Llena de propósito tu relación de pareja, una relación sin propósito, es como un barco sin timón, tengan metas y anhelos en pareja,  si están de novios o si están casados, será importante redoblar esfuerzos, conquistarse a diario  y saber que en tu pareja está tu misión y no es necesario mirar hacia otro lado.

-Evitar las ocasiones que te alejen de tu pareja, serán esas ocasiones  en que te podrías encontrar con esa persona por la que te sientes atraída, por eso no debes minimizar ni creer que no pasa nada, es importante poner cierta distancia y evitar estar solos, así como poner límite a las conversaciones en redes sociales que alimentan negativamente esa atracción. Como bien dice esa frase popular, que “la ocasión hace al ladrón”, es decir, con frecuencia se cometen malas acciones que no se habían pensado, pero se hacen por presentarse la oportunidad de llevarlas a cabo, por ello se necesita determinación.

Muchas relaciones fracturadas en la sociedad actual son consecuencia de no vivir muchos de los puntos anteriores; es decir, de no cultivar la vida interior con la oración, no tener acompañamiento, caer en las trampas del ego, justificando los instintos humanos y dejándose  llevar por lo sensorial. Recuerda que “el dominio de uno mismo es la mayor victoria del ser humano”, es una habilidad de la inteligencia emocional, correctamente descrita por el Ps. Daniel Goleman (1995)

Es importante ser conscientes de que quizá en muchas ocasiones la intención de uno es  respetar, pero quizá otras personas no tendrán la misma intención de  respetarte  a ti, ni a tu relación. Por ello, ¿para qué dar pie a algo que pueda romper por completo tu relación?

Tu relación durará tanto como la cuides y la cuidarás tanto como lo quieras. Por ello hay que custodiar el amor, cuidar ese “nosotros” que se construye día a día”. Recuerda que el amor es una decisión diaria.

“El honor de la palabra dada, la fidelidad a la promesa, no se pueden comprar ni vender. No se pueden imponer con la fuerza, pero tampoco custodiar sin sacrificio”[243]. Esta valiosa frase de Amoris Laetitia, nos deja claro que hay un trabajo y  un esfuerzo implícito en la vida de pareja, y  la recompensa que tiene es experimentar el verdadero amor. 

Por último, si has pasado por una situación así y has sentido que  no actuaste de la mejor forma, piensa en esta palabra: “Recomenzar”, para dar esos pasos firmes y responder correctamente a este tipo de situaciones.

Recordemos que estamos llamados a vivir el Amor con A mayúscula, ese que viene de Dios, sabiendo que ante la duda o debilidad, está siempre su gracia para fortalecernos. 

Ana Yansy Soto C.

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