Suicidio, una realidad dolorosa

El suicidio es un acto de profundo dolor emocional, es un fenómeno complejo multifactorial donde convergen factores psicológicos, biológicos y sociales  generalmente  asociados a trastornos de salud mental. Las personas que se suicidan no rechazan la vida, rechazan el dolor, el malestar que experimentan, no es una decisión libre, pues es movida por un gran sufrimiento emocional que se vive como insoportable, irresoluble y sin salida. El suicidio no discrimina a las personas por su status social económico, sexo, raza, cualquier persona puede estar pensando en terminar con su vida.

Cada año se suicidan cerca de 700 000 personas según la Organización Mundial de la Salud OMS, el suicidio es la cuarta causa de muerte a nivel mundial entre los jóvenes de 15 a 29 años. El suicidio es un grave problema de salud pública, una realidad silenciosa de la que poco queremos hablar o prevenir, pero ahora piensa que es tu amigo, hermano, esposo o hijo quien te confiesa que ha pensado o intentado suicidarse, ¿No quisieras evitarlo y ayudarlo?, por eso hoy es el momento de hablar del suicidio y cómo prevenirlo, por eso te comparto 3 consejos para prevenir el suicidio: 

  1. No minimizar el sufrimiento de la persona

Todos algún momento de la vida hemos pasado por un gran dolor emocional y sabemos que no es fácil lidiar con él, no todas las personas tienen los recursos emocionales para gestionarlos, por ello no minimices el sufrimiento de otras personas, si tu amigo, hijo o conocido te confiesa que está pasándola muy mal evita usar frases como “Todo pasará”, “Yo tengo problemas peores”, “Debes ser fuerte/valiente”, “Ahora ya descansa en paz” El suicidio no es un acto de locura, ni de valentía, ni cobardía, es un acto de dolor emocional, reemplaza esas frases por “Tal vez no entiendo lo que estas sintiendo, pero estoy aquí para ti”, “¿Cómo puedo ayudarte?”.

  1. La intención de ayudar 

La intención de ayudar es el primer paso para la prevención, ese compañero del colegio, de la universidad o del trabajo, el que siempre pasa aislado, del que se burlan y hacen bromas, esa persona que en algunas ocasiones les has visto triste, llorando, preocupado o distraído, el/ella pueda estar considerando terminar con su vida o puede que ya lo haya intentado. ¡Ayúdalos! No seas indiferente con su estado de ánimo, no seas participe de bromas, inclúyelos y sobre todo demuéstrales que estas interesado y preocupados por ellos.

  1. Buscar ayuda profesional

Si una persona cercana a ti está pasando un momento difícil y sospechas que no está lidiando con el dolor, es momento de hablar con él y exhortarlo a buscar ayuda profesional, desde tu postura de amigo, hermano o esposo también puedes ser una red de contención, pero lo más importante es que reciba la ayuda profesional adecuada. Buscar ayuda no es fácil, confesar que te quieres suicidar tampoco, por lo que puedes acompañarle a buscarla, no le dejes solo.

El suicidio es una pérdida a traición que viene de sorpresa, que deja en los seres queridos un dolor desgarrador y muchas preguntas sin respuesta, si tú estás viviendo el duelo por suicidio es importante que recuerdes lo siguiente: 

  1. Es necesario que vivas el dolor

Tu sufrimiento puede ser desgarrador, podrías estar consumido por la culpa, preguntándote si podrías haber hecho algo para evitar la muerte de tu ser querido. Es necesario que vivas el dolor de la pérdida con todas las emociones que se presenten ¡No te apresures! llora todo lo que necesites, no anestesies tu pérdida por lo que piensen otros. Un estudio en Minnesota ha demostrado que la química de las lágrimas por dolor emocional es diferente, el dolor se libera a través de las lágrimas.

  1. Habla del suicidio

Cuando te sientas listo, ¡Háblalo!, expresa todo lo que has vivido y sentido con esta pérdida, contar tu historia a otras personas que están pasando por lo mismo podría ayudarte a encontrar un propósito, tu experiencia ayuda a prevenir y sobre todo nos enseña a mostrarnos más empáticos con las batallas de las demás personas.

  1. Busca una red de contención emocional y profesional

Después del suicidio de un ser querido, es posible que sientas que no puedes seguir adelante o que nunca volverás a disfrutar de la vida. No dudes buscar ayuda profesional si sientes que no lo estas logrando, un profesional en duelo puede ayudarte a vivir cada una de la etapas del duelo.

Suicidio y la Iglesia Católica

El Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 2258 nos recuerda que:

La vida  humana es sagrada, porque desde el inicio es fruto de la acción creadora de  Dios… Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término…”

Por lo tanto, el suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a  conservar y perpetuar la vida, pero el CIC también expresa que:

  • Los trastornos psicológicos graves, la angustia o el miedo grave a las dificultades, el sufrimiento o la tortura, pueden disminuir la responsabilidad de quien se suicida (CIC, 2282).
  • No debemos desesperarnos por la salvación eterna de las personas que se han quitado la vida. Por caminos que solo él conoce, Dios puede brindarle la oportunidad de un arrepentimiento saludable. La Iglesia ora por las personas que se han quitado la vida (CIC, 2283).

Es obvio que no conocemos todas las circunstancias que hay detrás de cada suicidio, únicamente el Señor las sabe y Él es quien juzgará todas nuestras acciones y como dijo el Santo Cura de Ars “Entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios”. Como Iglesia necesitamos formarnos más en temas de salud mental, para saber cómo acompañar a quienes sufren y frente al suicidio ser testigos de esperanza y caridad.

-Andrea Melissa López

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1 comentario en “Suicidio, una realidad dolorosa”

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